“Elija salud, no tabaco”
“Elija salud, no tabaco”
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha realizado esfuerzos para disminuir al máximo el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Dentro de las principales medidas promovidas para combatir la incidencia de infartos de miocardio, ataques cerebrovasculares e incluso la muerte se encuentran los hábitos de vida saludable, el ejercicio físico, todas las acciones que desestiman el uso del cigarrillo y las consultas rutinarias y juiciosas con médicos de atención primaria y especialistas.
Dentro de los factores de riesgo, uno de los que se asocia de forma más fuerte es el tabaquismo. Este hábito se encuentra asociado de forma directa o indirecta en la progresión de la placa aterosclerótica, la disfunción endotelial, la acumulación lipídica, los procesos inflamatorios y la desregulación de células musculares lisas y el tejido fibrótico, procesos que promueven la ruptura, el fenómeno trombótico y el desencadenamiento de eventos mayores.
El pasado 31 de mayo se conmemoró el día mundial sin tabaco, y con el apoyo de la Federación Mundial del Corazón, la FCTC (Convenio Marco de la OMS para el control de tabaco) y la OMS, se elaboró un material muy completo acerca de los datos epidemiológicos que tienen que ver con las graves consecuencias a las que se exponen miles de personas al fumar.
Dentro de los aspectos analizados en este documento se encuentran el impacto del cigarrillo en desenlaces de mortalidad cardiovascular y la incidencia de patologías en fumadores pasivos. El consumo de tabaco y la exposición a humo ajeno contribuyen al 17% de muertes por eventos cardiovasculares, es decir aproximadamente 3 millones de personas mueren por eventos cardiovasculares generados por el humo de otra persona.
El tabaco incide en diferentes rutas moleculares y fisiopatológicas. Se conoce que el cigarrillo contiene más de 7.000 sustancias químicas, entre ellas la nicotina, la cual se asocia a alteraciones en la frecuencia cardíaca, tensión arterial, contractilidad cardíaca y la sustitución de oxígeno por monóxido de carbono, todos ingredientes principales de cardiopatías, neumopatías y procesos neoplásicos.
La falta de concientización del tabaquismo y su incidencia en las enfermedades cardiovasculares es alto. De acuerdo a la Encuesta Mundial sobre el Tabaco y los Adultos, existe un 73% de adultos en China que no creen que el fumar sea causa de un ataque cerebro vascular. En poblaciones en donde la epidemiología es más parecida a la nuestra, como México, el 20% de los adultos no cree que el tabaco produzca infartos de miocardio y hasta el 40% no cree que produzca ataques cerebrovasculares.
Los beneficios de dejar de fumar son claros. Se han descrito desde los primeros 20 minutos cuando la frecuencia cardíaca y la tensión arterial bajan de forma considerable, a las semanas 2 y 20 se presentan mejoras significativas de las funciones circulatorias y respiratorias y a los 15 años después de dejar de fumar, el riesgo para presentar cardiopatía coronaria es igual al de la persona que nunca ha fumado.
Todos como sociedad jugamos un papel importante en el éxito de la implementación de soluciones para erradicar este hábito nocivo para todos. El Convenio Marco de la OMS para el control del tabaco ha realizado avances significativos en programas de prevención de la enfermedad y promoción de hábitos saludables y espacios libres de humo. Asimismo, se han firmado documentos que restringen cada vez más la operación de fabricantes y puntos de venta.
La iniciativa Global Hearts ha sido otro avance exitoso, en donde se han realizado sinergias a nivel mundial encaminadas a la promoción de hábitos de vida saludable, dentro de las que se encuentran la disminución de la ingesta de sal, con resultados importantes en la prevención de eventos cardiovasculares a nivel mundial.
Todavía nos queda mucho por hacer, debemos fortalecer campañas educativas y apoyar campañas de salud pública desestimando el tabaco. Está en cada uno de nosotros, en nuestros actos y en nuestros hábitos saludables, la solución y la herramienta para disminuir de forma significativa las tasas de mortalidad por eventos cardiovasculares secundarios.
Odds Epidemiology se une a la OMS, a la Federación Mundial del Corazón y al Convenio Marco de la OMS para que todos elijamos salud y no tabaco.
Referencia Bibliográfica
- El tabaco rompe corazones. Elija salud, no tabaco. Ginebra : Organización Mundial de la Salud. 2018. (WHO/NMH/PND/18.4) Licencia: CC BY-NC-SA 3.0 IGO.
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